18/05/2024

18/05/2024

Me vestí de gala, el oro se marchitaba, se ahogaba el brillo de mi mirada, se apagaba de a poco, comenzó a escurrirse por las grietas de la mascara. Acarreaba ornamentos, lapidas, fechas desorganizadas, mementos, caos y paciencia, gallardía, una ofrenda, en mi piel, parches perpetuos. 

Todo se fue ultimando, mientras rezaba, el vacío me abarcaba. 

2 comentarios:

  1. Prosa que vacía el vacío, amigo.
    Abrazo hasta vos.

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    Respuestas
    1. Me encanto la respuesta Carlos. Abrazo grande mi amigo.

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