Espejismo

Que lucidez, ya no puedo decirlo de una manera diferente, no, quizás, fueron esos tres litros de agua roja, una caminata, cansancio y mi piel casi blindada, ya no importaba tanto la palabra, dentro del espejo, el estaba profundo en ese mundo, yo vi la luz un segundo, pero, lo que nace morirá, y yo siempre destrozo lo mejor para aprender de lo peor, la corona es demasiado pequeña.

El regreso de la golondrina

La espada fue tu cuna, en la arena, tu nombre, tu tumba, no existía el sol, no había sombras, en el cielo las nubes, la penumbra, en tu corazón, cinco anillos y una sola derrota.

No quería llamarte con ese nombre

Sos así, mordiendo para disipar el humo, mordiendo para conocerlo todo, no quiero cargar sobre mis brazos lo que no fuimos, salvaje crecerás, con dientes de tela.

Autodidacta sin estilo

Anclado y bajando, cada día más, antes la superficie era tangible, ahora es una imagen guardada en la net, perdida en la net, todos van, van y yo, existo en el ahora desigual, la solución existe, pero deje de escuchar a los profesores en el momento incorrecto y desaparecí de las listas, me vas a ver remontar y derretirme, al unísono con los muebles viejos de tu casa, fantasmal, pero atento, planeando sobre todos los infiernos, el cielo esta en la carne de tus piernas y eso lo creo, estoy avanzando a donde nadie por decisión propia se aventuraría, estos son, retratos de una futura lápida sin epitafio alguno.

Tu rostro virtualizado en mi conciencia

Perdí en el camino todo lo que me trajo hasta acá, y me gusta estar en este lugar, demasiado, esquivando la mirada local, queriendo en secreto que me encuentren y tener vínculos más reales que la autodestrucción por diversión, no soy preso de mis palabras, ya no. Sexo duro con un par de placeres culposos, pensar de más sobre todo, y apagar la maquina cuando me ven, puro delirio mi amor, y así perdí todo, vino y cerveza, dolor de cabeza, perdí todo menos un par de recuerdos, futuro bello, ultimo tercer intento, solo en el cuarto, solo o con vos, perdón pero vi la luz, perdón, pero la sombra era más bella.

¿Dónde estás?

Sácate la capucha y llora, siempre estuvo todo mal, el mundo nunca nos perteneció, pero no voy a dejar de fumar, de oxidar el camino con esta lagrima que esta cargada y pesa mucho, frente a la piedra que nos separa, pienso en vos, en ellos que se fueron, cálmate, siempre estuvo todo bien.

Viejos días de oscuridad y lluvia, salto charcos, me traga el viejo patio, irreal, siempre igual para mis ojos, recorro las calles y siento curiosidad hasta que se asoma el miedo, me escondo y nadie me encuentra, y me siento bien.

Realidad dura, se bloquea la cintura, la llamada menos esperada, mi nombre retumbando en ese fondo blanco, vació y sin dedos, rojos, forjados por la noche clara.