Mi vida es un desface, cabezas peleando por un poco de realidad, ya casi es demasiado tarde para tomar el control, una apuesta es solo el principio, tiraremos monedas para elegir la siguiente ruta de escape, voy a alejarme tanto que capas llego al final, otra apuesta, no se que falta, no se porque, estoy en el filo de los ciclos, siendo mi peor enemigo, ni siquiera se trata de tener miedo, tiene que ver mas, con aceptar mi existencia, la tragedia romántica, años perdidos, tardes de culpa disfrazada de calma y tranquilidad.
Fue real, pero mi realidad no puede coexistir con el mundo en el que vivís, será un logro hacer que funcione.
Era negarlo sin pensarlo mucho, mirar las señales del destino y solo dejarlas ser, parece que no me importa, pero es lo contrario, soy incapaz de forzar las cosas, dar pasos pequeños y encontrar algo que valga la pena, o caminar y caminar y encontrarme a mi mismo y al amor tan virtuoso que tengo para dar, desparramado.
Sin vergüenza, así fue como abandone una parte de mi, o también, se perdió para ver si hacia algo por ella, no soy bueno en nada, no conozco las vueltas de la vida, lo siento, no vamos a tener mucho de que hablar, prefiero conocer las cosas a través de los demás, que la canción que me mostraste me guste y no sea porque vos la amas.
Llegue antes incluso.
Llegue a tiempo, pero la ironía es que fue tarde tenernos frente a frente, es cómico, sentirse como un extranjero conocido, una carta salvaje, esa sensación abrasándome suavemente, la amargura asegurada pero también ese fuego en el pecho que no te deja sentirte mal, un regalo, mojar los pies en esa fantasía, nadar, ser uno incluso en ese océano, pero no ahogarse o naufragar, son corrientes peligrosas, y las profundidades siempre fueron amigas mías.
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