Me vestí de gala, el oro se marchitaba, se ahogaba el brillo de mi mirada, se apagaba de a poco, comenzó a escurrirse por las grietas de la mascara. Acarreaba ornamentos, lapidas, fechas desorganizadas, mementos, caos y paciencia, gallardía, una ofrenda, en mi piel, parches perpetuos.
Todo se fue ultimando, mientras rezaba, el vacío me abarcaba.
Mi vida es un desface, cabezas peleando por un poco de realidad, ya casi es demasiado tarde para tomar el control, una apuesta es solo el principio, tiraremos monedas para elegir la siguiente ruta de escape, voy a alejarme tanto que capas llego al final, otra apuesta, no se que falta, no se porque, estoy en el filo de los ciclos, siendo mi peor enemigo, ni siquiera se trata de tener miedo, tiene que ver mas, con aceptar mi existencia, la tragedia romántica, años perdidos, tardes de culpa disfrazada de calma y tranquilidad.
Fue real, pero mi realidad no puede coexistir con el mundo en el que vivís, será un logro hacer que funcione.
Era negarlo sin pensarlo mucho, mirar las señales del destino y solo dejarlas ser, parece que no me importa, pero es lo contrario, soy incapaz de forzar las cosas, dar pasos pequeños y encontrar algo que valga la pena, o caminar y caminar y encontrarme a mi mismo y al amor tan virtuoso que tengo para dar, desparramado.
Sin vergüenza, así fue como abandone una parte de mi, o también, se perdió para ver si hacia algo por ella, no soy bueno en nada, no conozco las vueltas de la vida, lo siento, no vamos a tener mucho de que hablar, prefiero conocer las cosas a través de los demás, que la canción que me mostraste me guste y no sea porque vos la amas.
Llegue antes incluso.
Llegue a tiempo, pero la ironía es que fue tarde tenernos frente a frente, es cómico, sentirse como un extranjero conocido, una carta salvaje, esa sensación abrasándome suavemente, la amargura asegurada pero también ese fuego en el pecho que no te deja sentirte mal, un regalo, mojar los pies en esa fantasía, nadar, ser uno incluso en ese océano, pero no ahogarse o naufragar, son corrientes peligrosas, y las profundidades siempre fueron amigas mías.
Esto es todo lo contrario, en el cielo esta lo necesario, el hilo perfecto, un encierro necesario.
Un misterio perfecto, se esconde en lo profundo, entre pasos que ya no se bailan, pero siempre esperan ser recordados, buscare en los principios, aceptare los finales, y finales tendrán, danzas salvajes, derramándose por el techo, habitaran en su derrumbe, en su esfuerzo.
Empecé con el final, estaba lista la respuesta, traducir lo irreal en nosotros, en ellos, en aquellos, en los tiempos perecederos que marcan paginas, tiempos en lo que sabes que no podes escribir, tiempos en los que dejas de buscar por que solas llegaran, serán miles de palabras, será un lenguaje echo a medida, lo que sostiene las pieles se reinventara.
Se presenta.
Hice lo mejor… proclamo que las estrellas encontraron en mi un grito, un susurro, un baile, y nunca apostarían por mi, lo que vieron fue una respuesta, eso es suficiente.
Tenia que ser un impase, nació, fue un residuo, creció, fue una excusa, un error, solo un error, busco y trato solo de, de encontrar una señal... que la inmensidad, que este vacío, acepte mi arte, que no vea palabras, sino que se pueda encontrar, le regalo mi aliento, una piel que habitar, una prosa a la que pertenecer, una idea clave en mis fueros internos, un lugar donde encontrar el amor, y accidentes inevitables, hojas de doble filo, una suerte.
En mis manos, se escurre en mis manos.
Ya se que voy a enroscarme, ya sentí la guerra, la paz no existe, voy a hablar de cadenas, pero no de libertad, de ser un esclavo y dormir sereno, soñando siempre con un lugar al que escapar, donde seré libre. Un sueño, un cuento sin final.
En el silencio, en la oscuridad, se hizo presente el cadáver de la duda, su hedor, tan necesario.
Nada se detiene, pero es bueno sentir, el proceso retorcido de cazar, poder ver las historias empezando en cada umbral, renunciar a ellas, de darles un lugar, un significado, después del miedo, de entenderlo, de dejarlo ser, de sentir su peso, después de ser parte de la ilusión, de ser su indulgencia favorita, de jugar al detective con placer, por que todas las piezas son esa intuición de andar, una prueba, un desafío.
Sentir ligeras esas voces, escucharlas, darles vida de mas para calmar su inexistencia, dejarlas ser ascuas, de que a veces sus travesuras sean atraparme, todas estas pieles me conocen de más, son mis trofeos, mis tesoros, imágenes del pasado, que agradezco recordar, malas decisiones que todavía tengo que tomar, también son parte.
Vergüenza, surgiendo, siendo un trago fuerte, la copa sin nombre, el rostro que espera el llamado de la voluntad, paciente. Me encerré sin saberlo, fue una experiencia absurda, encontré esta plataforma, blogs viejos que hace años estaban abandonados, fue moda para esos adolescentes montevideanos de otra generación, el arte solo se solidifico en mi cuando leí cosas que se conectaban conmigo, me sentí abrumado, encontré un lugar especial buscando sin parar letras que no se compran, que me dejaron sin aliento, viejas entradas, despertando mi curiosidad, ese adolescente perdido como tantos, anhelando una pasión en su vida, que sea de verdad, me gusta ser el testigo de un arte que nunca será mío, pero se vuelve mío el sentimiento de saber que es real.
Ya me aburrí de buscar la salvación, formulas para sanar, canciones sin profundidad, transmiten, si, esa tranquilidad ambigua, irreal, hay veces que no es necesario pensarlo tanto, ya esta, estamos hasta el cuello, pero el orgullo y la actitud se muestran de maneras solidas, el arte es saber que al final es tuyo esto, y nunca será de nadie, pero será, ahora soy, la manifestación, todo marcha a la perfección, después me voy, a estar ausente de todo, con el dolor de no vivir amándome, sabiendo quien soy, no ser nunca un alma completa, pero cuando escribo se completa una extravagancia inquieta, algún día siempre querrá ser mañana, de nada sirve apostar cuando todo puede empezar, para mi ya empezó, es una paradoja, mi porte hablara por mi, mis ojos, mis piernas, el baile de vivir hablara por mi, he visto solemne movimientos de todo tipo, pero siento que mi absoluto se esconde tanto, como si fuera un deporte, viví y me cruce con acciones que me hicieron ser completamente lo contrario a los demás, encontré en otros ojos un reflejo similar, patrones, escalas, algo que no se soluciono a tiempo y le da forma al fuego, mi nombre no importa más, mi rostro entiende de mascaras, mi piel acarreara el orgullo que siento por mi, que sentí por mi, que suena voraz cuando lo invoco, pero siempre tendrá que ser mejor, me perdí esta vez y lo esperaba con ansias, era la prueba de fuego, hablo con seguridad de mi experiencia, porque pude darle miedo al monstruo, pero todas esas hazañas esconden el honor de renacer cada vez, tengo miedo de fallar, y la esencia de la derrota se vuelve un bien necesario, derrotas que se repiten, que permitimos, inevitables, opciones, más laberintos, estados anormales, finales, clamando victoria.
No lo voy a dejar pasar, esta vez, quiero capturar lo efímero, tejer hilos en esta red, dejar una marca en las palabras, y no sirve de nada, estudiar encrucijadas, perderme de mi, olvidarme, me rindo, por hoy, solo por hoy, me rindo, lo siento.
Estaba gritando en silencio, una prosa que me dejo febril, pasión(es) inerte(s), tirada(s) en la cama, pasan los meses, los años, los últimos minutos de mi protesta, rebobinados, una dualidad reflejada en cada día, no hablo del ayer, ni siquiera es hoy, se agrietara por siempre, esta cascara, encerrada en su propio desequilibrio.
Una película sin presentar, buscando las tomas perfectas, las huellas del éxodo, estigmas sobre el papel, todo esta quemándose, ya no puedo seguir, siendo la coartada imperfecta, y me veo a mi mismo desde lejos, no hay distancia más amarga, ya lo se, no hay nada que conecte, estos desfaces, estas lapidas, todas llevan mi nombre, los hilos se tejen mientras el destino desaparece, solo, se va solo, y quedamos nosotros, todavía me acuerdo, pero fue un sueño, solo un sueño, perdón, solo quería, volverte a encontrar, sentir el recuerdo de romper el tiempo con una prosa, marcar en la piedra laberintos, marcar algo que siempre vivirá aparte. Hacer algo, que no sea para nada personal.
(Mas allá del talento, me encontré muriendo antes de poder ser algo, recuerdo ese lugar, recuerdo y no dejo de rememorar, si no me morí aun es porque estoy esperando una ilusión a medias, lo intente pero no pude, lo intente pero sabia lo que mi corazón me gritaba todos los días, ahora ando sin propósitos, yo tenia que haber muerto, mi madre no tenia que haberme tenido como hijo, este pueblo no tenia que haberme dejado ocultarme en sus sombras, esta vida, ya no se que significado tiene, yo estaba solo, fue prematuro, nadie pudo salvarme, y si yo pudiera, prefiero la muerte a estar viviendo días sin sentido hasta que pase algo significante. Yo ya estaba muerto el día que me encontraste.)
La suerte oculta en una calle interminable, palabras aferradas a mis huesos, noches frías, madrugadas en las que olvide vivir, vacíos con los que compartí mi futuro, aferrándome al presente, lleno de misterios perfectos.
La suerte bailando en las profundidades, borrando finales, borrando la mitad perdida, creando, miles de vehemencias, que esperan escapar, ser como la suerte y bailar, sobre todas las mitades que nos falta volver a encontrar.
Buscare en los principios y aceptare sus finales, y miles de finales habrán, incoherentes, sin terminar por completo, corazones latiendo, siendo solo existencia, un puñado de alientos vagos, que desean quemarse para siempre en un grito.
Habitaran mas allá las respuestas, entre señales lejanas, encajaran, imperfectas.