Las paredes se cerraron, algo cambiaba, no había puertas abiertas, el fuego, las cortinas escondiendo ladrillos en sus palabras, se escaparon las ventanas, buscaban un lugar mejor, y un pasillo oscuro como una boca, la inundación llego, llena de bronca.
Odio esas broncas que lo inundan todo.
ResponderEliminarTengo una barquita para salir a flote si la necesitas.
Besos.
La bronca está para escupirla. Sí. Incluso en versos...
ResponderEliminarLa imagen de la huida de las ventanas me generó claustrofobia
ResponderEliminarUn abrazo