Me sentía tan enfermo, no había nada especial, no era nada especial, todo estaba roto, aun lo esta, frascos viejos en la repisa, los veo caer, se hunden en el suelo y rebotan por todo el lugar, siento su aliento triste en la nuca, pero ya no creo, se que puedo, se rompe el cristal y solo escucho risas secas.
Y a mí me suenan a risas nerviosas...
ResponderEliminarUn abrazo