Te lo dije, hasta acá llegamos, en este lugar, donde y cuando nuestra alma se distorsiona y nuestra esencia misma se vuelva una, cuando sin reparo el caos amenaza con derretir mi casa interior y sus columnas, en medio del derrumbe finalmente nos volvemos uno con todos nuestros ángulos perdidos, olvidados. Ahora soy la maquina de la muerte, y voy a acariciar el cosmos, caminar hasta el final para desenchufarme y poder detener este dolor, solo así volveré a ser carne viva y, huesos y sangre.
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