10/11/2019

Las horas oceánicas

Cuando caigo profundo en la hora, ya no quiero que llegue otra, tengo muchas cadenas bajo la manga, pero ninguna pudo jamás detener la luz del sol, y esos viejos hábitos prohibidos, tan sumergidos. Despedirme del aliento, en el vació de la noche, y que los segundos se vuelvan vicios.

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