No era el Grial, fueron mis sueños. Transire, transire, de rodillas en el umbral, no hay final, no es cuento, no viste como ya pasó.
Marcas en la pared, sudando sobre la pared. En el suelo hay círculos pintados, de pasos que deje de contar, en el frío de la profundidad, alas de cera eternas, plumas puras, ligeras.
Donde todo fluye queda el recuerdo
ResponderEliminarEscribes a la manera de los surrealistas. Te felicito una vez más.
ResponderEliminarAbrazo.