No pudiste llegar al otro lado, la corriente no bailaba como ayer, no se moverá jamas como mañana, flotaba tranquilo, me pediste un favor y termine ahogado, carne roja rosando tus hilos, pero fue tu aguijón, caímos mareados en el presente, fue la meta, fue mi papel, siempre perecer.
Resbalando poco a poco, cada día más, agujeros en mis palmas, me clave contra la pared, no quería bajar más, me aleje.
La naturaleza del escorpión siempre aparece.
ResponderEliminarLa imagen de clavarte en la pared para no bajar más me parece impactante.
Me alegra volver a leerte. Espero que estés bien de salud. Y que te cuides
Besos
La verdad siempre extraño este espacio, quería volver fuerte, gracias Alís, estoy bien, solo sobrecargado de pensamientos, pero eso es lo de menos, gracias por estar!
EliminarMuy intenso.
ResponderEliminarBesos.
Tiempo sin venir, en el fondo me gusta que lo extrañes, así vuelves...
ResponderEliminarBesos.
Gracias Laura, siempre!
EliminarOtra prosa que fluye, Truesdale, y se hace releer...
ResponderEliminarExtrañaba leerte, amigo!!
Abrazo hasta vos.
Yo también extrañaba, abrazo Carlos!
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