Parte 1: Nunca el futuro estuvo tan lejos como hoy, trataba de cruzar el río, y el pasado me hundió, y fue, fue lo mejor, en el fondo de lo que somos hay una llave oculta, nuestra naturaleza inconsciente es tan fuerte que hundió esta barcaza, flotemos en el presente, equilibrados pero ardientes, centrados pero congelados.
Parte 2: Fue tan profunda aquella sensación, abandone todo, retome aun más, más que todo, y no termine nada, mire adelante en busca de preguntas, pero las respuestas vivían en la paralela eterna, mis ojos clavados en el árbol, el punto medio, alejarse o centrarse son opciones. ¿Y nosotros somos flexibles?
Parte 3: ¿Sentís el calor cuando estas cerca de mi? Estoy tan frió que quemo, no veas mi silueta, ni hoy, ni mañana, no hay respuestas en el mañana cuando todo sucede hoy.
Parte 4: Nunca nos entendimos, no se que quería, no se a que jugabas, dude y fue lo mejor que pude hacer, lo sigo haciendo, cuando nuestra visión se destruye constantemente. ¿Somos los náufragos conscientes o somos hojas frágiles engullidas por el ambiente?
Parte 5: Recuerdo la propuesta, era cruda, real, pero no era yo, me convertí en mi enemigo, para aprender del conflicto, todo mi ser dependía de la despedida final, de ser, la idea que destruya a la idea, así fue como declare la guerra conmigo mismo, soy mi único adversario, y las bajas fueron miles, y no basta.
Parte 6: Ya no tengo sueño, vivo en una pereza eterna pero, cuando me necesitaron de verdad, quiero creer, que estuve ahí, y después, volví, volví a los laureles, y me corone como el más decadente de todos, y brillaba el sol, y ellos brillaban como el sol, y me senté en la luna a tomar unos mates, a ver todo sin que nadie me quitara nada, y te espero, te espero en ningún lado.
Declaración de principios a la vez que bitácora de vuelo. Repleta de hallazgos, por cierto. Lo que es ya habitual en vos, Truesdale. Reemplaza "habitual" por natural: es mejor palabra.
ResponderEliminarAbrazos, amigo, hasta allá.