Era como el agua bailando sobre capas rojas, la vida, gloriosa, y una corona que no puedo ver sin derramar todas mis lagrimas, dormía en el espacio ondulado, olas de vigor. ¿Cuando se termina todo?
La respuesta duerme, espera que labios rebeldes hagan una simple pregunta, es un huevo de oro, pero solo cuando se rompe vemos la suma total de nuestros errores.
Me recordaste aquellos poemas surreales que hoy ya casi nadie escribe... Te felicito!!
ResponderEliminarGracias Carlos, que bueno, un abrazo.
EliminarInvitas a imaginar
ResponderEliminareso es maravilloso
un beso
No queda de otra, abrazo.
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