Sucumbo etéreo, una nota nueva en un piano viejo, quémenme, quemen todo, ya no tengo deudas con la tierra, cierro los ojos pacíficamente, duermo sobre satélites. Perdóname, no pude cumplir mis promesas, no pude cerrar el trato con Poseidón, el océano no se tragara este castillo, llora el trono sin dueño y las palabras empiezan una ronda de suicidios en el pasillo, se prendieron de las cuerdas celestes buscando un nuevo desafió.
Un día, algo pasa y todo muta, una noche, nada pasa y todo muta. Sobre la montaña quedo pintada la estructura.
aún en lo que creemos efímero, quedan huellas indelebles,
ResponderEliminarde ahí la vida
pasa y muta... constantemente la vida.
ResponderEliminarBesos.