La muerte hincha por mi, no la puedo dejar tirada, eso nos separa, siempre me descubro, hasta perdido, entiendo que prefiero la travesura de dejar que pierda el destino, me estoy pudriendo de a poco, pero si yo fuera vos, seria mejor, de todas mis victorias, que me registres es la más insignificante.
Déjame morir con esa satisfacción, me estoy muriendo, es verdad, otro fin de semana, otra noche dura, no te preocupes, era todo verdad, las caras y sus reflejos, los errores, no llegas aunque quieras a ver mis talones, no te imaginas, que me estoy muriendo con una sonrisa pintada de colores que esperan un nombre, todos crudos, todos, siendo los pulsos de la muerte.
Brillando, sin ser todavía, del interior, uno más de esos pibes, no es suficiente, no lo es, no me sacia por completo tu arte, ni el mío lo hace.
Te lo digo ahora.
Si yo fuera vos, si yo fuera, lo que no desconoces, la mitad que me nos une. No seria suficiente.
No nos alcanza, todo nuestro amor, se vuelve incompleto.
Falta una pieza, y siempre la encuentro gracias a vos, gracias por nada, olvídate de todo, písame cuando este en el suelo aferrándome al barro. Tríncame el corazón, con tus suelas que siguen desgastadas, como las mías, de tanto apechugar esta cacería, cuando me llames voy a estar. Total. No será suficiente hablar.