Esas palabras ya las conozco, me encanta leerlas otra vez, que vengan desde otra fuente, entenderlas a mi manera, hacerme la cabeza, creer que estamos conectados, que todo encaja, que si queremos podemos crear un imperio con solo un proyecto, buscarnos, hablar sin conocernos como si fuésemos hermanos, confiados, pero hay una pieza que falta y no esta abajo de la cama, ya la busque, solo quedan telas de arañas, ni abajo del sofá, en el polvo que nunca limpie, ni en las esquinas abandonadas, casas para alquilar, pequeñas encrucijadas llenas de sueños.
Me puse a charlar con este rompecabezas, no tenia otra opción, quería decirte que todavía lo recuerdo, que todavía te quiero, que nunca morirá lo que perdimos. Entonces, aunque falten las palabras, y el tiempo siguiera su curso, algo permanece, el amor, el odio, lo malo, lo bueno, una sonrisa y un punto final, gracias, hay más que oro dentro del tesoro, solo queda la solemnidad, hay una llama que lo revive, no arde, no quema, abraza, se siente familiar, un día me levante y tenias canas, estabas viejo, un día me levante y no sabia donde estaba, estaba tan perdido que me olvide, no sufro esa ausencia, mis aventuras fueron sagas, escritas en piedras, pero solo son letras, anda a saber que fue de ellas, podemos tallar ahora una historia nueva, llueven ideas, todo se cierra, se abre, se estira, se entrevera, en el caldero que hierve, caen ingredientes solo por caer, es un placer ver como hierve.
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