Si la magia duerme voy a cuidarla, la ventisca arrecia, y solo puedo taparla con un millar de frazadas bordadas de esperanza. Si la magia se pierde no la voy a buscar, nos encontraremos en el camino, en la noche, soltaremos la mano del tiempo para vernos, le daré mi espalda, me dará su yelmo, jamas brindaremos por la victoria, solo la derrota nos hace recios.
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