Solo en el fin el camino es el indicado, la bola de acero huye al ver nuestros ojos, solo al final, nuestras decisiones son las correctas, no se puede silenciar más el auge de los últimos, empujamos con la fuerza del silencio, se despide esa capa de tela fina y frágil que nos hizo fuertes, la de las noches de real oscuridad, si mi espalda sangra mi alma florece, cada día más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario