Mano' en los bolsillo', mano' en los bolsillo', escupo prosa pura, encerrado en lo absoluto, tranquilo escribo, mi posta, si me miras en la calle no te conozco, full wholesome mis vibes, esa es mi única elección, hiedo a schquizo, no me mires, no existo, los esqueletos en mi ropero bailan en el piso.
Manos en los bolsillos, caminando por el barrio, lo recuerdo todo, un festín de paraísos marchitos, corazón de profeta, no era el lugar ni la era, esperando el vendaval para marcar, en la tierra blanda nuevas huellas que se las tragara el mar, y en el agua mis recuerdos, el sol sobre mi espalda, una noche con otros amigos, un laberinto con todo lo que merecías, me lo enseñe a mi mismo, camino bendecido, la salida esta brillando, partido a la mitad cruzo ese marco, soy tu mejor amigo, con las manos en los bolsillos, mis manos en los bolsillos, lucidez atómica, no queda nada que en mi actitud no parezca una bomba, diez años más para que me entiendan, pero ser parte de la minoría no es lo mío, no quiero reconfigurar mi instinto, domado lo quiero puesto que es mi ultima opción, le enseño a el animal la realidad... y el que ríe que disfrute, el que se ahogue que se apure, solo hay una verdad, el océano es demasiado grande, todo fluye pero el viento no siempre será parte de nuestra fortuna, todos los que hablan de su pasado llevan ese porte orgulloso de trascender ese dolor, pescando sin anzuelos, por deporte, entra y sale, osos y salmones, se termina la euforia, el desierto se hace desafío, sentí la paz pero, no era suficiente.
(Si el mar se cierra antes de entendernos, la pasión que nunca supe usar se volverá un tsunami de incoherencias)
Todo esta completo, falta volver a empezar, el amor que nace del vacío lo consume todo, perdóname pero tenia que ser así, todavía me muerdo la lengua, se parten en dos mis letras, me leo hoy y me vuelvo a conocer, todo trasciende y en esa apuesta dejamos lo que merece el arte, a mi todavía me hierve la piel, la prosa me salvo de la inconciencia, le debo mil hogueras, y todas hablan bien de lo que vivimos.
Dejando atrás esos viajes, me siento fuerte con cada párrafo escrito, no le cargo el peso a los demás, lo entiendo y luego, luego, me lo llevo al bolsillo.