Por si las dudas, por si alguien más ya lo hizo por vos, por si fue furia, cuando levantaste el pico y en el fondo tu rostro escampó, y sin preocupaciones, nos dejamos caer, farándulas pintadas en la pared con piernas de oro, ese dorado que, quema las manos.
Podemos quedarnos ciegos pero solo un tuerto va a ponerse ese plomo en la sien.
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