Tu rostro, y mi miedo virtualizado

Tu figura filosa cayó del cielo hasta las calles de mis sueños, tu capa onírica brillaba mientras me destruías cada vez que intentaba llegar hasta vos, me derrite el miedo, te veo pero soy una cucaracha, lamer tus botas es una misericordia que puedo aceptar, conectar, no saber cómo, tiemblo al pensar, que fallar es la única opción, me emborracho, estoy solo, luego pienso en todo de nuevo, no quiero ser otro intruso insulso buscando el premio. 

Me rompo, cada capítulo es el penúltimo, mi caparazón no sabe de letras ni conoce nombres, somos lo que queremos ser, no hay dioses ni maestros si no nacen de nuestro corazón, saque un ticket, el número final.