Días en los que me levanto y no hay palabras, solo marcas en mi piel ocupan ese espacio, las marcas de la desidia, mis retiros son demasiado largos, nadie me espera, a veces no vuelvo del todo, es como si hubiera muerto hace tiempo, quedan solo paginas blancas donde no proliferan ideas, este año no voy a escribir nada que no se lo merezca, mi sombra... esperando, me quiere morfar. El nunca va a volver, ya no tengo nada, gano solo si lo lees entre líneas.
Mascara de penumbra, rostro de sentimientos, yo soy letra para mi, después verán que titulo le ponen, es solo en este espacio que nos volvemos a encontrar, un lenguaje tan abierto que, no se puede enseñar. Yo, acá, vos, acá. Nuestro corazón y un puñal.
El miedo que ya es una raíz en el árbol, y en todas sus huellas estará siempre ese estigma, salió todo mal pero la carga es liviana, más pasión que amor, miro las hojas caer, ellas vencieron algo, yo se que. Y como hoja caeré, podrido de encanto. Todos los cálices están llenos pero déjalos ahí, por ahora, por siempre.
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