Doctrinas sin detalles, caen como huesos desde el cielo, caen como llaves de oro, dejan estelas de pasión y belleza perdida. Se que nadie despertara, la tormenta los llamo, persigo en la quietud siluetas misteriosas que ya se fueron, escaparon. Me provoca ver tantas tumbas, entristecen mis ideas, por eso busco sin parar, vuelvo a ser un niño, mi garganta se llena de fuego porque hasta acá llego, y me quedo, no quiero quemar esas hojas, se bañaron con mi sudor, son más piel que papel, y lo que no dije.
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