11/12/2016

El Castillo

Después de un tiempo, cuando hasta las mismísimas capas de mugre se gastaron y los espejos llenos de polvo se rompieron, un silencio pesado invadió el castillo, la noche se volvió más oscura y el día, se volvió más gris.

Vagando por los corredores vacíos una noche, esquivando a los cuadros y sus miradas de tristeza, fui capas de escuchar sus voces, tonos siniestros y desesperados surgían desde la más profunda oscuridad, apresurado fui atravesando puertas que nunca antes existieron en este lugar, me abrí paso finalmente hasta ese cuarto, donde me encontré por primera vez con todas esas caras.

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